domingo, 21 de octubre de 2012

Dirección Letras del Instituto de Cultura, Casa de las Culturas y Subsecretaria de Educación Intercultural Plurilingüe del MECCyT invitan a continuar la conmemoración del día de  la Diversidad cultural.

ENCUENTROS EN LA DIVERSIDAD ofrecerá una serie de  charlas y recitales en distintas lenguas en el marco de las acciones para construir puentes de integración entre culturas no sólo   para  reconocer al "otro" sino  entendiendo que la relación enriquece a todo el conglomerado social, creando un espacio que busca  generar  una nueva realidad común intercultural. Para acceder al programa completo: PROGRAMA

Toda cultura es básicamente pluricultural
Es decir, se ha ido formando, y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vidas que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar. Los intercambios culturales no tendrán todos las mismas características y efectos, pero es a partir de estos contactos que se produce el mestizaje cultural, la hibridación cultural. Una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras, pero las relaciones entre culturas pueden tener características muy diversas.

No hay culturas mejores y ni peores.
Pero si aceptamos que no hay una jerarquía entre las culturas estaremos postulando el principio ético que considera que todas las culturas son igualmente dignas y merecedoras de respeto. Esto significa, también, que la única forma de comprender correctamente a las culturas es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con sus propios criterios culturales. La interculturalidad va mucho más allá de la coexistencia o el diálogo de culturas; es una relación sostenida entre ellas. Es una búsqueda expresa de valoración de las diferencias a la vez que  de superación de prejuicios, del racismo, de las desigualdades y asimetrías.


CRONOGRAMA
Miércoles 31 de octubre, 3°piso, Casa de las Culturas, 20.00 hs.
Conferencia: EL DEBUT DEL SIGLO XX EN RESISTENCIA Y LOS INMIGRANTES
Disertante: Elsa Arabella DELLATORRE

Miércoles 7 de noviembre, 3° piso, Casa de las Culturas, 20.00 hs.
Mesa debate: MIRADAS SOBRE LECTURA, DOCENCIA Y TABÚ: EL CASO DE REY Y REY.
Disertantes: Hugo WINGEYER  y Jimena GUSBERTI

Martes 13 de noviembre, Dirección de Letras, Mitre  163, 20.00 hs.
Charla –espectáculo: CANCIONERO SEFARDITA, TRADICIÓN Y MODERNIDAD.
Disertante: Emilio José CHUAIRE

Miércoles 21  de noviembre, 3° piso, Casa de las Culturas, 20.00 hs.
Documental: LAS HUELLAS DEL ÑANDÚ
Presentadores: Ezequiel Jacobo ZACARÍAS, Javier GONZÁLEZ, Lecko ZAMORA  y Gabriela BARRIOS.

 El acceso a las mismas es libre y gratuito.
   

domingo, 23 de septiembre de 2012



Octubre: Una invitación a leer la conquista de América  de Todorov T.

Prof. Adrián Almirón

     Durante la década del setenta en la Argentina, se produjo un denso debate en torno a la  “Conquista del  Desierto”,  si el proceder de este hecho  era justificado o si debía ser revisado por las características que asumió la campaña.  Por su parte los gobiernos militares  tiempo después vanagloriarían este hecho histórico, dado que su presente,  a partir de 1976,  no era muy diferente a ese pasado que estaban rememorando, había que lidiar con un problema: el subversivo.  Durante la campaña del desierto, este se llamo indígena.  Hay muchas claves de la época que nos pueden brindar una aproximación a estos acontecimientos,  nos parece apropiado en este caso, no traer  a citación una frase de un militar o un político representativo de la época, sino un actor  del mundo intelectual como José Luis Borges.

En una entrevista a la revista 7 Días de abril de 1973
Borges respondía la siguiente pregunta:

Periodista.- ¿Quién mató a los indios en la Argentina?
Borges.- Entre otros, mi abuelo.
Periodista.- ¿Y usted justifica el exterminio de los indios? ¿La forma en que procedió su abuelo?
Borges.- Bueno, creo que nosotros hicimos bien en liberarnos de los españoles. España era un país en decadencia (…) por lo tanto la guerra de independencia se justifica. Algo parecido sucedió con los indios. Asaltaban las estancias y había que defenderse. Miren, mi abuelo fue jefe de las tres fronteras: Norte y Oeste de Buenos Aires, y Sur de Santa Fe. Mi abuela lo acompañó cuatro años y tuvo ocasión de conversar con Catriel, con Pincén, con muchos caciques: eran bárbaros; no sabían contar más allá del cuatro. La guerra contra los indios fue cruel de ambos lados. Pero los españoles primero, y los que conquistaron el desierto después, representaban la cultura. (…)
Periodista.- ¿Entonces, existiría una violencia permitida (por ejemplo, la que se empleó contra los indios) y otra condenable como la que le adjudica a sus enemigos?
Borges.- Si la violencia se utiliza en nombre de la cultura, la admito. Si no, no. Por eso creo que, con todo, los soldados de la conquista del desierto peleaban por una cosa más justa que los indios, que lo hacían por nada. Pero me pregunto, ¿por qué insisten tanto en un tema tan exótico como el de los indios?¡Ustedes parecen bolivianos!

    Uno podría hacer muchas conjeturas  y hasta cuestionarlo duramente a Borges, pero todo lo pensado por él, en realidad forma parte de una época como la que se estaba llevando adelante  una revisión  de los hechos históricos.  Sin embargo, creemos que lo que sustenta el hilo conductor del pequeño fragmento de entrevista a Borges es el completo desconocimiento del otroA Borges la otredad indígena era similar al salvajismo,  la barbarie misma, a la cual es mejor someter por la fuerza hasta el exterminio antes que poder comprenderlo.  No hay duda que parte de esta comprensión era una justificación llevada adelante por su parentesco, no obstante, hay en esta idea generada en Borges una suerte de silenciar dicho acontecimiento histórico. Si bien es cierto, la conquista del Desierto no es un acto fundacional para nuestro país (como otros genocidios si lo fueron), es interesante  de que la conquista fue el final de un relato de fuerza y pugna que se había llevado desde hace tiempo, desde la formación del virreinato mismo a través de alianzas, pactos y acuerdos.

   El hecho interruptor de este caso fue la conquista del desierto llevada adelante por Rosas en el Sur de Buenos Aires. No obstante la apariencia de una paz, en realidad formaba parte de las estrategias de un poder nacional que no se terminaba de consolidar. Por ello es interesante pensar, el pacto-acuerdo-colonización-misiones como un fenómeno propio de la guerra entre la cultura blanca y los indígenas. Sin embargo, dado que conocemos el derrotero que tomaron los  hechos, nos queda la pregunta de cómo podemos rastrear el fenómeno de la relación con  ese “otro”. Indudablemente el etnocentrismo que se  comienza a dibujar  en los cuerpos indígenas con una cultura cristiana-occidental, llega con los pies de Cristóbal Colón. Tal vez América Latina ya fue capturada en las palabras de Rodrigo de Triana “Tierra a la Vista” para ser transformada.
    Una  obra que nos parece apropiada para problematizarla en el aula con los chicos/as es el trabajo de Tzvetan Todorov, “La conquista de América. El problema del otro”,  obra que se ha convertido en un clásico para abordar este tipo de temáticas. El trabajo representa  una sistematización  de la ocupación de América, pero asimismo comienza a  preguntarse por las relaciones culturales que se establecieron entre ambos grupos. Obviamente la posición central en su tejido narrativo, se posicionara en lo que hicieron el conjunto de nosotros a esos otros.  
   
    El capítulo de la obra que contiene mayor riqueza,  puede presentar es el titulado  El conocer. Allí el autor expone de forma magistral las problemáticas para tratar sobre la alteridad y deja un esbozo del esfuerzo realizado por Bernardino de Sahagún. Todorov deja abierta la interpretación sobre el trabajo realizado por este franciscano   de recolección de información sobre  los indígenas, el estaba comenzando un diálogo casi de igual a igual con estos actores.  De acuerdo a Todorov en su  gran recolección de información,  encuentra una polifonía de voces.  Esto implica desde una posición aun etnocéntrica, conocer al otro.  

    No obstante el derrotero de la obra también nos habilita a pensar  en clave otros mecanismos de conquista sobre los indígenas, además de las armas, enfermedades, pactos con tribus enemigas; el autor  pone en juego la comunicación como un rol decisivo en la victoria de un espacio sin nombre, al cual con el tiempo llamaremos americano. Una marca permanente que lleva la naturaleza  y la geografía,  se evidencia en este caso el poder de imponer nombres  a  espacios que previamente tenían identidad.  Sin embargo el primer asentamiento no se da con las ciudades o los pueblos sino con el croquis pensado para establecerse,
Todorov menciona  en su epilogo

Reconocer la superioridad de los conquistadores en tal o cual punto no significa que se los elogie; es necesario analizar las armas de la conquista si queremos poder detenerlas algún día. Porque las conquistas no pertenecen solo al pasado. ( p 302)

   La advertencia al final de su obra, nos deja a pensar en cómo podemos reconstruir nuestra imagen con el otro. El diálogo en todo este proceso es clave y si bien desde las aulas no cambiamos de forma automática los problemas sociales de la actualidad, el tratamiento de estos con los chicos/as nos habilita a construir espacios de discusión y debate, para minimizar argumentos colonizadores y sobre todo poder repensar y dejar de lado, las voces justificadoras,  para que no retomen el espacio público ni el mundo intelectual. 

lunes, 13 de agosto de 2012

Ver, escuchar y degustar en alemán

Este ciclo está organizado por la Casa de las Culturas, el Instituto Goethe y el Instituto Alemán, en el Ciclo de Cine Contemporáneo Pasaporte. Las actividades, que continuarán los miércoles 15 y 22, incluyen la programación de cine con la consigna Destino de mujer, la muestra fotográfica Argentina y Alemania en el calidoscopio y la más deliciosa gastronomía alemana: salchicha con chucrut y ensalada de papas, con postre dampf nudel (fideo de vapor). Este menú que se podrá disfrutar los días señalados en el Bar Posada de Artistas de Casa de las Culturas (Marcelo T. de Alvear y Mitre), con tarjetas a $50 y se podrán adquirir en el lugar.
La inauguración se realizó el miércoles 8, a las 20.30, con la habilitación y apertura de la exposición de fotos Argentina y Alemania en el calidoscopio, seguida de la proyección de la primera película: Cuatro minutos. Todas las actividades tienen entrada libre y gratuita.

ARGENTINA Y ALEMANIA EN EL CALEIDOSCOPIO
La sección de Prensa de la Embajada de Alemania ha realizado una exposición de 20 fotografías denominada Argentina y Alemania en el calidoscopio. La muestra presenta diversos motivos representativos de ambos países y podrá ser visitada en el primer piso de Casa de las Culturas. “Nuestra idea fue mostrar ciertos paralelos, algunas similitudes y diferencias que existen entre Argentina y Alemania”, explicaron los realizadores. Según el principio de un calidoscopio (del griego observar una bella imagen) las fotos muestran de un modo colorido y lúdico algunos de los rasgos más característicos de ambos países de su gastronomía, sus ciudades, sus paisajes y sus personalidades.

ALEMANIA, DESTINO DE MUJER 
Las películas que se proyectarán son:
• Miércoles 8: Cuatro minutos (2006), de Chris Kraus.
• Miércoles 15: El tercero (1972), de Egon Günther.
• Miércoles 22: La mujer con los cinco elefantes (2009), de Vadim Jendreyko.

jueves, 2 de agosto de 2012


Polifonía de Voces en la Historia Regional·



A veces las nuevas tradiciones pueden surgir fácilmente de otras antiguas, en otras ocasiones se les inventa pidiéndolas prestadas del surtidísimo almacén de los rituales oficiales, los simbolismos y las exhortaciones morales.

                                                                                            INVENTANDO TRADICIONES

                                                                                                         Eric HOBSBAWM.

La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será.

                                                                        LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA


                                                             EDUARDO GALEANO

INTRODUCCIÓN



La sociedad chaqueña es múltiple y compleja. Está compuesta por protagonistas disímiles, con condiciones socioeconómicas desiguales. A esta ineludible realidad debemos agregar una serie numerosa de lenguas y caracteres étnicos. En ellos debemos contar a los pueblos originarios de la región que aún sobreviven, al tronco hispánico-criollo, y a la variedad de pueblos de inmigración que se han asentado y se siguen incorporando a la población de la provincia.

Si incorporamos en una sola imagen estas cuestiones, apreciamos una relación desbalanceada, con mayorías y minorías, con poderosos y débiles, en definitiva con dominantes y dominados.

Cada uno de estos grupos tiene voz propia, que expresa un punto de vista particular y las opiniones y valoraciones sobre la realidad general y la relación con los demás. Sin embargo, estas voces no son difundidas o tenidas en cuenta de la misma forma. Hay algunos grupos que generalmente se expresan con tonos pausados y sin estridencias, mientras que otros plantean sus verdades a los gritos. En ciertas ocasiones los lugares se intercambian, pero en general no se produce un diálogo ni un mínimo cruce de miradas. Unos son acallados y otros no son escuchados.

Con este panorama, las últimas décadas han planteado un problema que desde hace mucho la sociedad y el estado venían elidiendo: en qué consiste la identidad de la sociedad chaqueña.

La Historia como ciencia y como discurso creador de subjetividad, viene a enfrentarse con esta demanda social. Por ahora manifiesta limitaciones e inconvenientes. Por las condiciones de la transposición didáctica y por resultar una caja de resonancia de las relaciones sociales más comunes, los docentes también se ven atravesados por las contradicciones fruto de esta problemática.

La propuesta de este espacio plantea aportar algunas reflexiones y líneas de acción como para saldar estos desafíos. Suponemos que el primer paso es el reconocimiento de la polifonía en la cultura de la sociedad chaqueña. Con una mirada respetuosa, que valore y ponga atención especial en aquellos grupos que no intervienen en el relato canónico de nuestro devenir. Esto exige prestar oídos y propiciar la expresión genuina de todos los que integramos esta sociedad. Todos podremos enriquecernos con lo de positivo que tengan los otros para ofrecer.

Desde este punto partida, avanzaremos a construir un coro, con voces distintas pero en armonía, que cuenten las distintas vertientes culturales y sociales. En eso consiste la interculturalidad y el plurilingüismo.



CRITICA A LA HISTORIOGRAFÍA       

Las producciones históricas, sociológicas y antropológicas sobre las relaciones interétnicas en la región son numerosas. Una de las características que se presenta en esta literatura es la tendencia maniqueísta de construir un discurso sobre las relaciones entre ambos.

Por un lado un discurso de Historia social Liberal donde se enfoca las relaciones como una lucha de ocupación donde el nativo se presenta como un problema. En numerosas obras se menciona “la cuestión india”, concepto que se encuentra en todas las obras. Indudablemente estos trabajos están realizados desde una posición etnocéntrica y en gran medida su visión corresponde a las fuentes utilizadas. Sostiene la posición del blanco colonizador con muy poca crítica, sin hace una valoración de la misma. Continúan un discurso instalado desde la época del Territorio Nacional del Chaco, el del indio que amenaza la propiedad privada o es sujeto de “civilización”.  En definitiva el oficio del historiador y del sociólogo es construir un relato verosímil pero a dicho relato tiene que realizarse una contextualización  para comprender la realidad reconstruida.

Existen varias obras interesentes que podemos analizar y hacer una reflexión. Por un lado mencionaremos la obra de Hugo Beck quien reconstruye las relaciones interétnicas a través fuentes éditas e inéditas.  Su libro se llama “Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales del Chaco y Formosa (1885-1950)”, y realiza una adecuada contextualización de los procesos históricos. Por el contrario, la polémica obra de Favio Echarri “Napalpi: la verdad Histórica” demuestra la falta de un marco de referencia de las fuentes, un grueso error para quien se denomina a sí mismo historiador.

Por otra parte contraria a esta perspectiva de las relaciones interétnicas, se producen obras donde se posiciona a los nativos como indefensos y como victimas de una historia producto de la imposición de  un modelo económico. Su estudio tiene interesantes aportes de cómo entender las relaciones interétnicas, pero no tiene en cuenta la posición del nativo como sujeto histórico en un proceso de construcción. Solamente lo posiciona como un receptor de la hegemonía económico-cultural. En este caso resaltamos la obra de Nicolás Iñigo Carrera “La violencia como potencia económica: Chaco 1870-1914. El papel del estado en un proceso de creación de condiciones para la constitución de un sistema productivo rural”. En acuerdo con  estas visiones tenemos las obras realizadas por Artieda Teresa, quien se ocupa del papel de la educación como modelo de  formación de ciudadanos en las colectividades.

Paralelamente a estos estudios comienza a florecer un interés por los testimonios orales. Entre ellos destacamos la obra de Orlando Sanchez “Historia de los aborígenes qom (tobas) del Gran Chaco contada por sus ancianos”, Juan Chico y Mario Fernandez con su obra “El llamado de la sangre”. Son interesantes producciones que nos amplían la visión de las relaciones interculturales.

Por tal motivo, hasta la fecha no existe obra alguna que sintetice todas estas producciones intentando reconstruir las relaciones interétnicas. Es necesario tomar como sujeto histórico al nativo, inserto en una red cultural compuesta de nuevos símbolos y significados, en la cual tuvo que resistir, rebelarse, invisibilizarse,  y resignificar su identidad.

Nuestro objetivo es poder contribuir con una mirada abarcativa y completa  sobre dichas relaciones desde el momento del contacto hasta la actualidad.



ANALISIS DE LA SITUACIÓN ÁULICA

La situación de las prácticas escolares dista mucho de ser ideal, aunque simplemente es una parte de una problemática mayor, que hemos presentado más arriba. El panorama tampoco es uniforme si comparamos las realidades de los distintos sectores dentro de una misma ciudad, o las distintas regiones de la provincia, así como los ámbitos rurales en contraste con los urbanos.

La atención a la diversidad cultural es ínfima. Somos testigos y partícipes de formas y prácticas negatorias o invisibilizantes de los “otros”, distintos del estereotipo común, mayoritario o dominante.

En cuanto a la relación entre las comunidades originarias y la población blanca, estas cuestiones se vuelven más notorias. La posición del sistema educativo es clara: el esfuerzo para la inclusión recae en general en el estudiante y su entorno. Si no comparten los mismos códigos y valores, el problema es de ellos. Se impone una mirada que infantiliza a la minoría étnica, y le otorga un papel secundario aun en su propia vida cotidiana. En general, los estudiantes aborígenes son pobres y acuden a grupos áulicos donde ocupan un porcentaje minoritario.

Un caso común es la asimilación de la situación de los estudiantes aborígenes con los educandos de necesidades especiales, por inconvenientes de salud. Rasgos conductuales y de relacionamiento diferentes se suman a las barreras culturales como impedimentos en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero son definidos como un problema del aprendiz, que “no sabe hablar”, o peor “no puede aprender”.

Los contenidos desarrollados tampoco atienden un verdadero plurilingüismo, ni a la interculturalidad. Las prácticas tradicionales son negadas u obturadas, los valores particulares, aún cuando dan muestras de universalidad, no son tenidos en cuenta. La historia narrada es la de la mayoría blanca, con el estado como centro y los gobernantes como protagonistas. En ella, los grupos minoritarios son solo actores de reparto. Agregado a esta situación de desprotección por parte del sistema, los niños que ingresan al sistema educativo en muchas ocasiones se encuentran con un mundo simbólico propio de la cultura etnocentrista que porta el docente, lo cual se convierte en un obstaculo intercultural, pues el docente que trabaja en las comunidades tiene un enfoque multicultural de la sociedad Chaqueña y no admite concientemente las diferencias culturales como un mecanismo de exclusión impartidas desde la lengua. La formación bilingüe en la provincia con las deficiencias del propio sistema de formación docente, reproduce un mecanismo de sub-cultura excluida del sistema al cual tiene que aprender a sobrevivir desde las aulas.

Por tal motivo, el aula se convierte en un espacio donde la significación de la enseñanza no solo depende del tacto pedagógico, sino que también de la   visión etnocéntrica del docente quien imparte la transmisión de saberes.

Los espacios del aula, como numerosos sociólogos lo han demostrado, son un reflejo del poder que se ejerce, resabio del enfoque positvista-normalizador que se reproduce constantemente en las escuelas. Allí las etnias originarias tienen que aprender la cultura desde una posición dócil y obediente.

¿Realmente podemos entender que la educación con sus múltiples defectos puede incluir a las comunidades, para prepararlas a la sociedad del conocimiento]? Indudablemente no. La demanda no es escuchada por los institutos de formación y las capacitaciones solamente tienden a reproducir académicamente investigaciones que no llegan a la practica. Por tal motivo, si entendemos que la interculturalidad es una relación de las diferentes comunidades democráticamente, podemos construir esta sociedad.





NUESTRA PROPUESTA

En definitiva, aunque entendamos de manera parcial los graves inconvenientes que atraviesan las comunidades por la posición histórica, por su negación cultural impuesta por la cultura blanca, es necesaria una visión Polifónica. Así  fomentaremos la interpretación histórica, tomando como sujeto a las comunidades desde la perspectiva socio-histórica, antropológica,  económica y cultural.

El  objetivo de este trabajo, es realizar una breve aproximación de las relaciones  en la región.  Entendemos que reconstruyendo el proceso histórico a través de diferentes tipos de fuentes podemos fomentar un relato donde se desnaturalicen prejuicios y representaciones sociales etnocéntricas.

Luego de comenzar con los estudios preliminares, hemos realizado una periodización donde desarrollamos desde la historia social y económica las relaciones interétnicas en el territorio:

1.            Etapa de Subordinación y disciplinamiento.

2.            Etapa de Asimilación y explotación

3.            Etapa de Invisibilización y marginación

4.            Etapa de Reidentificación y respeto.

Queremos con este trabajo proponer una alternativa al pensamiento etnocéntrico que se imparte en las escuelas de nuestra provincia. Ha quedado demostrado que los etiquetamientos y los prejuicios primeramente responden a un esquema mental y el lugar donde uno se civiliza, de acuerdo a la formula sarmientina, es el lugar donde también se aprende a negar y a desechar la otredad. Esto lo debemos a una historia oficial que se encuentra en la estructura de la educación, y tenemos que rever dichas acciones.  El autor Sergio Wischñevsky menciona “La llamada historia oficial ya no es tal. Nadie la sostiene. Ni siquiera es parte de los nuevos manuales escolares. Sin embargo, hay que reconocer que perdura en el sentido común general. Y su presencia es fuerte, aunque más no sea, para ser objeto de fuertes críticas. Podríamos decir que su creador fue Bartolomé Mitre, que eligió contar una historia que erigía próceres y villanos, pero que intentaba dar un sentido único al torrente de acontecimientos que se sucedieron desde mayo de 1810. Como bien definió Eric Hobsbawm, se trataba de inventar una tradición unificadora para una sociedad en plena formación y atravesada por múltiples contradicciones”



Intentamos contribuir con la formación de un espacio de educación teniendo en cuenta las diferentes historias de los protagonistas. Solamente asi podremos construir el Chaco que tanto soñamos y que tanto merecemos. Un Chaco Intercultural con todas las voces presentes.



· Escrito por : Almiron, Adrian Alejandro (Subsecretaria de Educacion  Intercultural Plurilingue)  y Rios Solis, Javier  (Subsecretaria de Educacion  Intercultural Plurilingue )
LENGUAS, FORMACION DOCENTE Y PERPECTIVAS EN EL BICENTENARIO A modo de introducción Un relevamiento provincial, regional, nacional referido a la formación profesional de docentes del nivel medio a cargo de la enseñanza de lenguas extranjeras arrojaría resultados catastróficos. El porcentaje de” idóneos” debe acercarse al 80%. El concepto de idóneos (con certificaciones que los ubican entre “supletorios” y “habilitantes”, sin certificación existe) merece algunas precisiones que por cuestiones de organización de este trabajo van en anexo (Anexo 1). ¿Cómo hablar de calidad educativa en lenguas extranjeras en estas condiciones? Desgraciadamente en nuestro país se han tomado históricamente decisiones en el ámbito de lo educativo sin una planificación previa, en este caso en relación con una política lingüística que permita al sistema educativo contar en un plazo razonable con los docentes que necesita, con un perfil de formación adecuado para el nivel en el que han de desarrollar su actividad con responsabilidad y eficacia. ¿Cómo responder satisfactoriamente a una política nacional o provincial que tienda a implementar una lengua extranjera en el nivel inicial o en el nivel primario sobre todo si pretendemos que esa enseñanza sea significativa y de calidad? Recordemos simplemente las estimaciones de profesionales con que cuenta el nivel medio. La planificación previa en materia de políticas lingüísticas hace agua por todos lados y desde hace décadas. Entiendo por “profesor, profesora de lenguas extranjeras “ aquella persona que realizó sus estudios en IFD o Facultades de Formación de Profesores en Lenguas Extranjeras. Las certificaciones de instituciones privadas (al menos que estén reconocidas como instituciones de formación docente), departamentos de extensión de facultades o universidades o institutos terciarios no son títulos docentes, a lo sumo supletorios o habilitantes, con muy buena voluntad. Seguir leyendo este articulo

lunes, 30 de julio de 2012

De la interculturalidad y el plurilingüismo

EL AULA INTERCULTURAL

El aula intercultural El trabajo áulico a partir de una mirada intercultural coloca a los alumnos en una situación de alteridad, debido a que los problemas propios de la existencia de diferentes culturas que habitan en un mismo territorio, emergen y dejan a la luz preconceptos y juicios de valor negativos intrínsecos de una cultura sobre otra, habitualmente de la dominante sobre la dominada. De ese modo, abordar la diversidad étnica, socio-cultural desde esta problemática, colabora a desentrañar esos estereotipos relacionados a los diferentes pueblos, lenguas y culturas que se transmiten a través de un discurso cristalizado y que se transfieren de generación en generación. La enseñanza abordada desde este enfoque tiene entre sus propósitos suscitar el respeto y la comprensión entre grupos de diversas costumbres culturales, religiosas, lingüísticas ya que promueve una mirada desde los Derechos Humanos en lo referido a las particularidades culturales, lingüísticas y religiosas de los diferentes grupos humanos que cohabitan en sociedades multilingües y multiculturales como nuestra provincia. En esa perspectiva hay que tener presente que los conocimientos y las prácticas sociales que determinan la idiosincrasia de cada grupo humano, son propios y característicos de ese grupo. Ello significa que no son naturales y transferibles automáticamente en el encuentro con otro grupo socio-cultural-lingüístico y que ciertos tipos de aprendizajes y conocimientos pueden ir en detrimento de otros, de una cultura a otra. El lenguaje ocupa un lugar central en esa definición y caracterización de la identidad de cada grupo humano, debido a que la relación que se establece entre la cultura, el pensamiento y el lenguaje, construye socialmente aspectos propios de cada pueblo. Seguir leyendo este articulo

miércoles, 25 de julio de 2012

LA REALIDAD NOS DEMANDA CAMBIAR

por Mario Hernández*
La realidad es terminan­te… 50 % de los alumnos que no aprueban espacios en la escuela secundaria, lo hacen por Ciencias Natura­les, Matemáticas y Ciencias Sociales. Las estadísticas recabadas por los Ministe­rios de Educación a lo largo y ancho del país son termi­nantes en los números, que fluctúan alrededor de esas cifras en la mayoría de las ju­risdicciones. En algunas de ellas, las Ciencias Naturales son desplazadas por Prácti­cas del Lenguaje, en otras Construcción de la Ciudada­nía desplaza por milésima a las Ciencias Sociales, en otras escuelas Matemáticas corre codo a codo con Física o Química, pero en todas el problema es el mismo.

¿Qué está pasando en la es­cuela? ¿Cuál es nuestra respon­sabilidad en el resultado final al que responden éstas cifras? ¿Qué está sucediendo que no alcanzamos a comprenderlo? Nosotros los docentes ¿no nos merecemos una explicación? ¿Quién mejor que nosotros puede buscarla y darla?

La primera pregunta que surge, está dirigida a identificar la raíz del problema. Y en la gran mayoría de los casos, cuando somos docentes en ejercicio los que comenzamos a interrogar­nos respecto, encontramos que casi con unanimidad coin­cidimos en que el destinatario de la culpa para que algo así ocurra, es el alumno que, de­finitivamente, no responde al perfil adecuado para transitar con éxito los trayectos escola­res. Las discusiones y avances sobre el problema se centran entonces en el análisis de las conductas, comportamientos, personalidades y condiciones sociales/ambientales de los mismos y en raras ocasiones, muy raras, cambiamos la mi­rada y sesgadamente la centra­mos en nosotros mismos. Algo por cierto muy difícil de lograr. ¿Estamos en condiciones de si­quiera pensarnos de otra ma­nera? ¿Podemos aceptar que parte de esta realidad que nos toca vivir diariamente en el au­la puede provenir de nuestras prácticas en ella?

La escena se repite dia­riamente en nuestras aulas: alumnos que deambulan sin registrar siquiera que nosotros estamos en ella, que charlan entre sí, sin que les importe si estamos hablándole al resto del curso, abulia, aburrimien­to, desidia. Celulares que distraen, mú­sica que no sa­bemos de dónde sale, y ahora una herramien­ta didáctica que se transforma en otro elemen­to de distracción: las netbook, etc.… etc.… etc. Todo es­to genera una mo­lestia continua, a ve­ces inmanejable, que nos produce ten­sión, impotencia y en el mejor de los casos la sensación que solo huyendo del aula podremos cambiar la situación en la que esta­mos metidos. Es eso… o aceptar la situación sin ha­cer nada.

Escuchamos continuamente la opinión de nuestros colegas con expresiones casi unívocas: “No quieren estudiar, no les in­teresa nada, molestan todo el tiempo. Son vagos, no quieren estar en la escuela, solo vienen a perder el tiempo, no hacen na­da y no dejan hacer, molestan a los compañeros. No respetan nada. No me respetan a mi. No se comprometen, no tienen fu­turo, no tienen ganas. Vienen a perder el tiempo. Están en otra cosa, en otro lado” Hace­mos este diagnóstico y luego la inevitable comparación “Antes no era así, no hacíamos esto o aquello, en mi época estudiá­bamos, si no estudiábamos nos sancionaban, antes no nos daban tantas oportunidades, antes éramos responsables. Antes éramos diferentes.” Por supuesto que éramos diferen­tes… todo era diferente.

¿Cuántas cosas han cam­biado en los últimos veinte años? El mundo se ha transfor­mado radi­calmente en éstos últimos años. Há­bitos, costumbres, comporta­mientos, conductas individuales y colectivas, formas de ha­cer, decir y compor­tarse. Ha cambiado la forma de ver el mundo, de ver a los otros, de verse a sí mismos. Ha cambiado la forma de acceder a la información, la forma de gene­rarla, la forma de procesarla. Indu­dablemente todos nosotros cambiamos al ritmo de esas transformacio­nes. Sería imposible vivir sino. Entonces… ¿qué nos hace pen­sar que los/as alumnos/as se van a comportar como lo hacía­mos nosotros? ¿qué nos hace pensar que tienen la misma vi­sión del mundo, del comporta­miento, del trato con el otro que teníamos nosotros a su edad? ¿Cómo esperar que adquieran nuestro “cómo se debe ser” o nuestra idea de “como se deben comportar o deben tratarnos o tratarse ellos entre sí ”si no ven lo que vemos nosotros. O peor, ven lo que les muestra la tele­visión, internet, los reality y las redes sociales? ¿No será el mo­mento que tratemos nosotros establecer ese “puente hacia ellos”, que el vértigo de nuestra sociedad y un sistema econó­mico y social que prima nue­vas jerarquizaciones a ciertos valores sociales, se encargó de romper? ¿No será el momento de preguntarnos como cruzar­lo, y si no existe tal puente, de cómo intentar construirlo? Todo ha cambiado… pero ¿Y nosotros pudimos hacerlo?

No es una crítica, es una reflexión, una de tantas que surgen si nos detenemos un segundo a pensar sobre lo que les pasa a nuestros alumnos y nos pasa a nosotros en el aula. Las invitaciones que realizan las instituciones para generar espacios de reflexión sobre la práctica profesional, muchas veces fracasan frente al tema de la convocatoria “¿otra vez a charlar sobre lo mismo? ¿cuán­tas veces lo hablamos? ¿cam­bió algo desde entonces?” O si finalmente se concretan, con un número escaso de participan­tes (generalmente son siempre los mismos), naufragan frente a la imposibilidad de lograr una autocrítica profunda que real­mente modifique, no tanto la práctica en sí misma en forma inmediata, sino el lugar desde dónde se analiza el problema, primera condición para buscar coincidencias para iniciar el ca­mino a los cambios concre­tos. Los espacios sirven mu­chas ve­ces como catar s i s de expe­r i enc i as persona­les, los devaneos y reflexio­nes sobre la reali ­dad socio-económica sirven para explicar su­perficialmente, ciertos as­pectos de la realidad áu­lica, pero son insuficientes para completar, entender e involu­crarse en la comprensión de un escenario difícil de habitar como es el aula en la actualidad. La posibilidad de intercambiar ideas, ayudarnos en la práctica diaria, aconsejarnos mutua­mente, compartir herramien­tas didácticas y lograr diseñar dispositivos para pensarnos frente al aula y aprender jun­tos a desplegar estrategias que nos ayuden, es en definitiva la manera tratar de construir ese puente para llegar a ellos… si lo hacemos, probablemente ellos, nuestros alumnos... ¿regresa­ran a las aulas?
 
  • Mario Hernández es Profesor en Histo­ria, graduado en la Universidad Nacional de la Patagonia, se desempeña en el nivel medio en la ciudad de Ushuaia. In­vestigador y docente, colabora con esta nota preocupado por la problemática de la educación en la provincia y el país.
  • Publicado en el semanario KUANIP N° 142 – Junio 2012 de Ushuaia (Tierra del Fuego)