jueves, 2 de agosto de 2012

LENGUAS, FORMACION DOCENTE Y PERPECTIVAS EN EL BICENTENARIO A modo de introducción Un relevamiento provincial, regional, nacional referido a la formación profesional de docentes del nivel medio a cargo de la enseñanza de lenguas extranjeras arrojaría resultados catastróficos. El porcentaje de” idóneos” debe acercarse al 80%. El concepto de idóneos (con certificaciones que los ubican entre “supletorios” y “habilitantes”, sin certificación existe) merece algunas precisiones que por cuestiones de organización de este trabajo van en anexo (Anexo 1). ¿Cómo hablar de calidad educativa en lenguas extranjeras en estas condiciones? Desgraciadamente en nuestro país se han tomado históricamente decisiones en el ámbito de lo educativo sin una planificación previa, en este caso en relación con una política lingüística que permita al sistema educativo contar en un plazo razonable con los docentes que necesita, con un perfil de formación adecuado para el nivel en el que han de desarrollar su actividad con responsabilidad y eficacia. ¿Cómo responder satisfactoriamente a una política nacional o provincial que tienda a implementar una lengua extranjera en el nivel inicial o en el nivel primario sobre todo si pretendemos que esa enseñanza sea significativa y de calidad? Recordemos simplemente las estimaciones de profesionales con que cuenta el nivel medio. La planificación previa en materia de políticas lingüísticas hace agua por todos lados y desde hace décadas. Entiendo por “profesor, profesora de lenguas extranjeras “ aquella persona que realizó sus estudios en IFD o Facultades de Formación de Profesores en Lenguas Extranjeras. Las certificaciones de instituciones privadas (al menos que estén reconocidas como instituciones de formación docente), departamentos de extensión de facultades o universidades o institutos terciarios no son títulos docentes, a lo sumo supletorios o habilitantes, con muy buena voluntad. Seguir leyendo este articulo

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